Con la adopción masiva de plataformas inteligentes y sistemas basados en la nube (como Microsoft 365 y Copilot), la gobernanza de datos se presenta no solo como un desafío sino también como una necesidad imperante. En este contexto, surge la pregunta: ¿cómo pueden las empresas asegurar una gestión eficiente y segura de sus datos?
Es fundamental que las organizaciones asignen un administrador de datos encargado de supervisar la preparación y el mantenimiento continuo de la calidad de los datos. Dada la sensibilidad de la información manejada (datos financieros, de salud, personales, entre otros), se hace imprescindible contar con un experto o un equipo de expertos en gobernanza. Estos profesionales deben encargarse de auditar los datos, establecer reglas de acceso, capacitar a los usuarios en prácticas adecuadas de manejo de datos y monitorear cómo se utilizan los datos dentro de las plataformas, como Microsoft 365 y Copilot.
La protección de datos es otro pilar fundamental. Implementar etiquetas de sensibilidad y políticas de prevención de pérdida de datos (DLP) se convierte en una línea de defensa esencial para evitar la divulgación indebida de información crítica. Esto se complementa con la importancia de documentar formalmente las políticas de gestión de datos, los procedimientos de seguridad y gobernanza, y asegurarse de que estas directrices estén integradas en las herramientas y sistemas utilizados por la organización.
Además, redactar una política de gobernanza de datos integral permite unificar criterios y estandarizar prácticas en áreas como:
- Restricción de acceso a datos específicos.
- Procedimientos de anonimización de datos.
- Definición de roles y responsabilidades en la gestión de datos.
- Capacitación obligatoria para empleados.
- Procesos de autorización de acceso.
- Prácticas de monitoreo constante.
- Actualización y aplicación de políticas internas.
La gobernanza de datos robusta es más que una necesidad; es un deber ético y legal que tiene implicaciones profundas en la confiabilidad y el éxito de cualquier organización en la era digital. Al adoptar herramientas avanzadas como Microsoft 365 y Copilot, las empresas deben ser proactivas, considerando la gobernanza de datos como un proceso continuo y adaptativo.
Es crucial entender que la dinámica del mundo de los datos está en constante evolución. Las regulaciones cambian, aparecen nuevas amenazas, y las organizaciones mismas se transforman. En este escenario, realizar revisiones periódicas, adaptar políticas y procedimientos, y mantener un equipo dedicado a la gobernanza de datos son pasos ineludibles para garantizar la seguridad, el cumplimiento y la eficiencia.
En última instancia, una gestión de datos efectiva no solo protege a la organización de riesgos externos e internos, sino que también promueve una cultura de responsabilidad y excelencia. Esto facilita que las empresas no solo sobrevivan, sino que prosperen, liderando con el ejemplo en un panorama tecnológico cada vez más interconectado y dependiente de los datos.
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