Estamos inmersos en una evolución acelerada de la tecnología, debido a la pandemia que nos azota a nivel mundial, que se ha convertido en el principal aliado para poder trabajar: acabar con el virus gracias a los avances científicos y poder estar interconectados a nivel mundial. Somos muchos los que opinamos que este 2021 veremos los avances tecnológicos que estaban previstos para dentro de cinco años.
Recientemente se ha publicado un artículo en el New York Times donde nos cuentan cómo gracias a la tecnología, el equipo de Moderna ha logrado diseñar su vacuna contra el coronavirus en 48 horas y, aunque parezca sorprendente, han diseñado un sistema que es capaz de programar aplicaciones genómicas, ARNm sintético, y compilarlo como si fuera un software de cualquiera de nuestros ordenadores o móviles. Gracias a este “software” nuestras células serán capaces de generar la inmunidad necesaria para no vernos afectados por el virus.
Conseguido esto en noviembre de 2020, ¿ cómo va a evolucionar la ciencia médica en el 2021? Pensemos que ya en 2019, Microsoft y la Universidad de Washington consiguieron demostrar el primer sistema autómata capaz de almacenar y leer datos de un ADN, básicamente programaron un ADN sintético que era capaz de codificar la palabra hello y comunicarse digitalmente. Lo que augura que el año próximo asistiremos a un antes y un después como sociedad y como seres humanos.
En relación al mundo laboral sabemos que la tecnología que gira alrededor del puesto de trabajo ha evolucionado enormemente. Podemos ver cómo los esfuerzos de empresas como Microsoft, Google o Zoom, se han centrado en dar soporte a los sistemas cloud que permiten el uso de su tecnología y en mejorar sus sistemas a pasos agigantados. Es posible que, por ejemplo, Microsoft no tuviera en sus planes liberar este año todas las nuevas capacidades de su plataforma Microsoft Teams, pero lo ha hecho, al igual que sus competidores.
¿Y ahora qué? La adopción forzada ha sido prácticamente un éxito en todas las empresas que pueden teletrabajar. Vemos como los sistemas adquieren rápidamente nuevas funcionalidades, pero ¿nos ayudan a teletrabajar? ¿está siendo rentable para las empresas y/o para los trabajadores?
Si bien creo que las empresas han sido capaces de adaptarse y el teletrabajo funciona, llegan muchos mensajes de los trabajadores vinculados con la sobresaturación y exceso de horas. Así, constatamos que no es que el trabajo haya aumentado, sino que la intensidad con la que lo realizaciones es superior a la de antes. Y es aquí donde vamos a ver innovación en el 2021.
Los sistemas de teletrabajo como Microsoft Teams, van a empezar a analizar nuestro comportamiento para ayudarnos a ser mejores. Ahora que ya hemos adoptado la tecnología, es la tecnología la que nos tiene que ayudar a organizarnos mejor, aprovechar el tiempo, tener las pausas adecuadas y las distracciones necesarias para que no caer en la fatiga mental y física en la que nos encontramos hoy.
A este respecto, la gamificación que llegará en el 2021 nos permite aprovechar las ventajas del teletrabajo y no sentirnos esclavos de la pantalla. En este sentido, aplicaciones como TeamsChamp nos permiten tener un momento de distracción en base al reto de aparecer en un leaderboard en mi equipo de trabajo, o cómo con TeamsQuiz somos capaces de mejorar nuestras cualidades personales. Por su puesto, analizando cómo usamos la tecnología y aplicando inteligencia artificial para que nos ayude a usarla adecuadamente y adaptada a nuestras necesidades, lo que nosotros llamamos el concepto The Good Big Brother y en el mundo de la tecnología gira alrededor de lo que se conoce como “Internet of Behaviors” o “el internet de los comportamientos”.
La era post-covid implicará que trabajaremos desde cualquier lugar, evitaremos la dependencia de los sistemas on-premises con poca conectividad hacia un sistema multi-cloud con conectividad on-premises que es accesible. Es decir, desde cualquier dispositivo y desde cualquier lugar.
La seguridad tendrá que adaptarse a este nuevo escenario con inteligencias artificiales que evaluarán el riesgo existente de la conexión que estemos usando. Esto conllevará que los sistemas serán más autónomos y con capacidad de tomar decisiones y bloquear el acceso.
La resiliencia de los sistemas será un factor importante para poder enfrentarnos a futuros problemas, como al que nos estamos enfrentando actualmente, problemas que no seremos capaces de predecir y que no deberán de afectar a las operaciones de las empresas.
Esto implicará mayor inversión en el trabajo remoto, en el trabajo móvil, en virtualización y en tener acceso a clientes distribuidos, que no necesariamente deben tener presencia física en nuestras oficinas. Avanzamos hacia una experiencia totalmente digital y debería de ser una realidad en el 2021.
Un esperanzador futuro
Los errores nos enseñan a caminar, a mejorar como sociedad y como personas. Es por esto por lo que, aunque no seamos capaces de predecir cuál puede ser nuestro próximo problema, vamos a poner los medios para acelerar esa transformación hacia un mundo más tecnológico y menos presencial, que nos permita operar en cualquier circunstancia y evolucionar hacia lo que llaman “la nueva normalidad”.
Como defensor del uso de la tecnología como medio para evolucionar como sociedad, es conveniente hacer uso de la ética, porque, como dijo el tío de Spiderman, “un gran poder conlleva una gran responsabilidad”.