Leía en un blog y en el debate asociado sobre el poder de las palabras positivas y transformadoras.
No es la primera vez que leía sobre ello, y puedo decir que estoy (y estaba) de acuerdo al 100%, pero ¿se puede siempre utilizar un vocabulario y un discurso positivo? ¿incluso cuando están cayendo chuzos de punta? ¿No existe un riesgo asociado a parecer un borracho del optimismo? ¿hasta un punto deshonesto por el peligro de embaucar a tus colaboradores en horizontes poco realistas?