Llega agosto y con ello las vacaciones de muchos miembros del equipo, de clientes, de proveedores, etc. Es un mes en el que tradicionalmente disminuye el número de llamadas entrantes y se pueden uno a afilar el hacha.
Suele ser un buen momento para hacer balance, personal y profesional y reflexionar sobre lo conseguido y sobre los nuevos retos a afrontar.
En este mes os invito a todos a hacer este balance, a hacernos las preguntas apropiadas: descubrir donde estamos, donde queremos llegar, cual es el camino para llegar, cual el primer paso, como sabré que he llegado, cuales son los recursos disponibles, que ayuda voy a necesitar.
Desde el punto de vista de la empresa esto se suele expresar mediante un plan estratégico que identifique todas estas incógnitas y nos permita empezar a despejarlas, pero desde el punto de vista individual se puede hacer exactamente lo mismo, mejorando profesionalmente para conseguir los logros personales en consonancia con los de la empresa a la que perteneces. Creo que sería un sano ejercicio de auto análisis que todos deberíamos hacer, porque seguro que sacamos mucho en claro.