Mantengo de siempre una discusión abierta con mi compañera Belén sobre si cualquiera debería o no saber a qué se dedica una empresa como ENCAMINA
… Y tengo que admitir que con el tiempo me voy reblandeciendo poco a poco en mis posiciones.
Mantengo de siempre una discusión abierta con mi compañera Belén sobre si cualquiera debería o no saber a qué se dedica una empresa como ENCAMINA
… Y tengo que admitir que con el tiempo me voy reblandeciendo poco a poco en mis posiciones.
Hace casi un año explicaba en este mismo blog el proyecto de renovación de nuestra web corporativa.
Como en casi cualquier proyecto, de los objetivos, plazos, costes y problemas inicialmente diseñados, deseados o esperados, ha habido un importante desfase en todo. Y no es que sea que en casa del herrero utilicemos cuchillo de palo, sino que la vida, los proyectos y los negocios son así …
Durante una reunión de profesionales del sector bastante ruidosa, desbaratada y trasnochada (una cena de empresa, que más se puede decir…) surgió un tema tan elevado y difícil de atar como «trabajar en las TIC y el sentido de la vida»… ahí es «ná»…
Llevo preocupado por algo tan sencillo como el cómo felicitar las fiestas navideñas y el año nuevo desde hace algo más de 13 años (justito, justito desde que me metí a chico para todo o emprendedor).
Ese intervalo me ha dado para vivir desde no tener a quién felicitar, a la preparación y envío de más 2000 tarjetas postales firmadas manualmente, hasta el actual aluvión de felicitaciones digitales donde es prácticamente imposible diferenciarse …
Me gustaría empezar por dejar claro que de entre una población actual alrededor de los 7.199.659.654 seres humanos (en estos momentos) creo que en un orden de prioridad, mi entorno y yo mismo, debemos estar muy muy atrás en la cola de los verdaderos héroes de este mundo.
Ser héroes , hoy mismo, en algunos lugares del mundo puede significar mantener vivos a tus hijos cada día (tan solo hoy han muerto 29.557 personas de hambre). Visto así resulta indigno atribuirse cualquier rasgo de heroicidad en nuestro confortable mundo, y mejor dedicarse a donar algo para los que de verdad lo son (por ejemplo ACNUR).