Crisis. Es la palabra de moda no ya solo en el mundo de la empresa y de la economía, sino ya en todas las tertulias y corrillos de bar.
No voy a descubrir ahora las supuestas razones de la crisis, creo que quien más o quien menos estará informado si ha tenido algún interés, y no voy a explicar ahora la relación entre está situación que nos agobia y las famosas hipotecas «subprime» norteamericanas, unido a la falta de liquidez de los mercados financieros o el hundimientos del mercado inmobiliario español.
Nuestra realidad, razones aparte es que estamos en un contexto complejo que merece algún análisis.
Por un lado tenemos una alta inflación, con el ciclo económico cambiado, o al menos desplazado, con respecto a Alemania y Francia. Y esto hace que las políticas del Banco Central Europeo no beneficien precisamente a la economía española. Las previsiones en este sentido no son halagüeñas: altos precios de las materias primas, sobre todo energéticas (petróleo) y alimenticias, por un lado porque se han convertido en valor refugio y especulativo de los que hasta ahora ponían sus inversiones en inmuebles y que han girado, obviamente sus ojos hacia mercados con mejores rendimientos, y por otro la creciente demanda de las economías emergentes, China e India sobre todo, que cada vez van a requerir más.
El Banco Central Europeo, cuyo principal misión es controlar la inflación, sin embargo va a tener los tipos lo suficientemente bajos, para que Francia y Alemania remonten la crisis, perjudicando a España, que quizá le convengan tipos más altos para controlar su inflación.
Además los bancos no se fían entre sí ya que no se sabe a ciencia cierta quien ha comprado activos en el mercado hipotecario norteamericano (o sea que no sabemos quien ha financiado, con nuestros ahorros, hipotecas de algún parado, sin ahorros y sin recursos en EEUU y cuya garantía es una casa que ya ahora vale menos que el precio que se pago por ella) Vamos, como aquí, solo que en España el Banco de España obliga a las entidades financieras a mirar con lupa (más o menos) a quien le deja el dinero, mientras que EEUU se lo dejaban hasta ahora a cualquiera confiando en que su casa seguiría subiendo de precio y que si no podía pagar nos quedariamos con la casa.
Con todo esto los bancos españoles no tienen dinero, porque nadie se lo deja, o se lo deja muy caro. O sea que ahora no prestan dinero para comprar casas y además el euribor sigue subiendo.
Si pensamos que el mercado inmobiliario español ya estaba bastante inflado con la especulación y a esto se une a subida de tipos de referencia como el EURIBOR nos encontramos con una situación al menos preocupante, porque nadie compra y todo el mundo espera que os precios toquen suelo.
El parón del mercado inmobiliario arrastra al resto y sobre todo al consumo, por lo que lo que nos espera es, sino una recesión, si que unos cuantos meses de crecimientos mínimos del PIB, y ya se sabe, por debajo del 2% de crecimiento hay destrucción de empleo.
Nuestra economía ha crecido fundamentalmente en los últimos años a causa del empleo y esta es la peor forma de crecer. Por que es «a lo bruto». La otra forma, la buena, es en base a la mejora de la productividad. Aquí España tiene un deficit permanente. Nuestra productividad es de las peores de Europa y no parece que vaya por buen camino.
No obstante este puede ser el camino que nos saque del agujero, después de todo, lo que nosotros y las empresas de nuestro sector vendemos, son herramientas para mejorar la productividad. En la medida las empresas por un lado inviertan en tecnologías de la información como forma de mejorar la productividad, y no como un gasto necesario y que el estado por otro apuesten decididamente por un modelo económico basado en la mejora de productividad, y no solo como hasta ahora en creación de empleo, necesario, pero insuficiente, además de, ya se ha visto, demasiado vulnerable a la coyuntura internacional.
Y la cuestión es ¿Nos va a afectar tanto?¿Cuando va a acabar? Seguro que nos afecta porque va a afectar a muchos de nuestros clientes, como por ejemplo la banca, aunque espero que efectivamente consideren sus inversiones en tecnología como estratégicas para superar la crisis y no haya grandes recortes. Y después de todo tenemos la suerte de que el sector inmobiliario no es un gran consumidor de tecnología.
Y la cuestión es ¿Nos va a afectar tanto?¿Cuando va a acabar? Seguro que nos afecta porque va a afectar a muchos de nuestros clientes, como por ejemplo la banca, aunque espero que efectivamente consideren sus inversiones en tecnología como estratégicas para superar la crisis y no haya grandes recortes. Y después de todo tenemos la suerte de que el sector inmobiliario no es un gran consumidor de tecnología.
Y respecto a la duración, no hay análisis unánimes, hay quien piensa que estamos en la peor crisis desde el crack del 29 y que va a ser necesario reformar muy profundamente los mercados financieros y los instrumentos de control sobre los mismos, y que esto puede llevarnos a una crisis de al menos 3 años, y hay quien piensa que lo peor ya ha pasado y que en un par de trimestres volverá a haber liquidez en los mercados y empezará a remontar.
Mi opinión, optimista, como no puede ser de otra manera: Hay problemas estructurales que se están agravando ahora, como la falta de alimentos, o los problemas medioambientales y energéticos todos muy ligados entre si, que van a cambiar la economía mundial en los próximos años, pero que creo que se producirán nuevas oportunidades. Y otros coyunturales como la crisis financiera o la inmobiliaria en España, donde las circunstancias de base no han cambiado respecto a hace unos meses y lo lógico es que una vez pasen los temores, reaparezca la liquidez (confío que antes de fin de año) y se vuelvan a relanzar el sector inmobiliario, (al lo largo de 2009 o principios del 2010). Claro que todo esto no es más que especular, así que seguiremos ojo avizor sobre todos los indicadores e intentando anticiparse a las circunstancias.