Leía un post de Alejandro Suárez Sánchez-Ocaña sobre frases motivadoras para emprendedores, … y es que en esta fase del ciclo económico-socio-cultural en la que vivimos hace falta mucha motivación para emprender o sencillamente para tirar adelante.
Las citas , aunque me temo que un poco desgastadas, inflacionadas e incluso falsificadas, nos seducen y dejan huella, y hasta me parece bueno tener unas cuantas interiorizadas a modo de mantra u oración interna.
Cada vez que uno sale de viaje y se aleja de su mundo controlado y cotidiano, no deja de aprender y de sorprenderse. Viajar a USA (Houston, en este caso) siempre supone una de esas lecciones nutritivas y valiosas en lo personal y en lo profesional. Sin embargo, más allá del impacto en mí mismo, ¿Qué conclusiones me gustaría destacar de la participación de ENCAMINA en la WPC2013?
Decía Daniel, un hombre que yo consideraba sabio de la vida, a la vez que empresario muy experimentado: «cuando sopla viento, hay que aventar» (una versión reducida del refranero castellano «Cuando el aire sopla de buen lado, aventar ligero y aprovecharlo«).
Y nos lo decía cada vez que le comentábamos que teníamos mucho lío o mucho trabajo puntualmente o teníamos que cancelar algo personal por el trabajo. Su explicación era sencilla: nunca puedes tener la certeza de cuando volverá a soplar el viento (trabajo en abundancia), así que es ahora cuando hay que aprovecharlo y no dejarlo pasar.
Este buen consejo, que aceptaba y en el que sigo creyendo, tiene más sentido que nunca en el momento actual cuando las ráfagas de aire son muy poco frecuentes e incluso lo habitual es la calma enfermiza.
Sin embargo, tampoco es trivial el peligro de que el viento sople intensamente durante un tiempo, ya esto puede acabar en lo que solemos llamar «morir de éxito» en muchos casos…
Que todas las empresas tienen una cultura y personalidad muy definida es incuestionable. Sin embargo, que los valores publicados en su web, típicamente bajo su misión y visión, sean los reales… mmm… apuesto a que es bastante menos habitual.
Y es que, en mi opinión, lo de los valores es algo bastante complicadillo; empezando por identificarlos, luego explicarlos y mucho más el fomentarlos para que sean una realidad sostenible dentro de la organización (con muchas personas que traen ya su propio firmware de casa) y fuera de la organización (logrando que además se perciba así).
Leía en un blog y en el debate asociado sobre el poder de las palabras positivas y transformadoras.
No es la primera vez que leía sobre ello, y puedo decir que estoy (y estaba) de acuerdo al 100%, pero ¿se puede siempre utilizar un vocabulario y un discurso positivo? ¿incluso cuando están cayendo chuzos de punta? ¿No existe un riesgo asociado a parecer un borracho del optimismo? ¿hasta un punto deshonesto por el peligro de embaucar a tus colaboradores en horizontes poco realistas?
Hugo de Juan, PhD
CEO de ENCAMINA
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