Me hablaba admirada mi mujer, de sus pacientes y de los familiares y acompañantes de estos, por su lucha y esfuerzo diario en salir adelante.
Se trata de pacientes que han vivido graves afecciones de las que se están recuperado o peleando para superarlas en todo lo posible, con mucho esfuerzo y capacidad de resiliencia. Cualquiera se quita el sombrero y hace la reverencia ante estos héroes de carne y hueso.
Lo que no es tan obvio, es el reconocimiento a los familiares y acompañantes de estos pacientes. Personas que modifican su vida, que se sacrifican, que posponen y transmutan su propia vida para lograr la mejora o apoyar a esa persona querida. Esta es sin duda, una prueba de fortaleza, valor, generosidad y humanidad sin igual. Todos conocemos muchas personas que están o han estado a la altura, y eso hace grande nuestra especie. Son esos héroes anónimos que sabemos que existen.
En una empresa de servicios como las nuestras, tanto los comerciales como los técnicos lo tienen fácil para aflorar su esfuerzo y sus éxitos (¡no digo para conseguirlos!, sino para hacerlos patentes cuando se logran). Y es que aquellos que están en contacto con la función core-business, que se esfuerzan y brillan, son más fácilmente aceptados como héroes en el sector.
Sin embargo, la reflexión de los héroes anónimos también aplica a esas personas de la empresa que no tienen puestos clave en la línea de negocio, pero hacen que todo funcione. Hacen que otras personas puedan hacer mejor su trabajo. Hacen que otros podamos tener la posibilidad de brillar.
Gestos y logros sencillos desde el personal de Mantenimiento, hasta Administración y Secretería, pasando por microinformática o muchas otras funciones de staff, con profesionales detrás que muchas veces son héroes anónimos de la organización.
Cuando un cliente te dice, «por aquí estamos enamorados de vuestra empresa porque nos hacéis la vida más fácil» o cuando oyes a un compañero decir, «menos mal que esta mujer siempre está ahí, que si no …» son síntomas inequívocos de que hay mucho talento en la trastienda.
El mensaje para estos héroes anónimos es que «se nota», «se os nota, y mucho»; ¡buen trabajo! y ¡GRACIAS!
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