Una empresa de nuestro sector se suele medir por el talento que alberga dentro (además de sus procesos, metodologías, organización, posicionamiento, productos, etc.), pero lo que es menos habitual es medirla por el incremento de talento que genera.
Me siento orgulloso del equipo con el que trabajo, muchos son cracks y otros son igualmente fundamentales aunque menos visibles, pero hoy quería hacer una reflexión sobre la creación de talento en general.
Creo que es lícito sentirse orgulloso del talento tan valioso que unas humildes empresas como las nuestras ayudan a generar, sea donde sea que vaya a parar al cabo del tiempo.
Esta semana llegaba al buzón de @equipo una despedida que decía, entre otras cosas, algo así como:
«Han sido 9 años, llenos de muy buenos momentos, en los que muchos que me conocéis me han ayudado a crecer como profesional, para convertirme en lo que soy hoy. Pero como esto es algo que uno no consigue solo, sino con la ayuda de todo un equipo humano y de grandes profesionales, quería daros las gracias.
GRACIAS a todo el equipo de ENCAMINA-ENTRESISTEMAS, a los que están y a los que ya no están, por todos esos momentos y a lo largo de estos años.
GRACIAS por dejarme compartir con cada uno de vosotros un pedacito de vuestro tiempo.
GRACIAS por toda la confianza y el apoyo recibido siempre
GRACIAS por demostrar cada día, el significado de la palabra equipo y profesionalidad
GRACIAS por dejarme pertenecer a esta pequeña gran familia, de la que siempre me sentiré miembro
GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS y GRACIAS!!»
Además de alabar una despedida llena de generosidad en un profesional que siempre ha sido así de generoso con su conocimiento, con su esfuerzo y con todo el equipo, lo que más me maravilla en este caso es que este pedazo de profesional empezó con nosotros como un becario imberbe, más verde que una lechuga.
No todo el mundo viene a nuestras empresas como becarios y son muchos los que llegan ya como cracks desde el mercado laboral, pero creo que ellos también crecen diariamente con todos los demás dentro de nuestras empresas.
Sabor agridulce
El mérito y la responsabilidad del crecimiento personal y profesional de cualquiera depende de si mismo en primera instancia, pero sentir que las empresas para las que trabajo con pasión han sido su escenario de desarrollo, me hace creer que mucho del esfuerzo, durante todos estos años, tiene más sentido.
Y así lo reforzamos explícitamente en la misión de nuestra Responsabilidad Social Corporativa:
Desde ENCAMINA impulsamos el desarrollo del talento, especialmente el talento TIC, tanto de jóvenes, como de profesionales y emprendedores. Lo hacemos tintados por nuestra visión “piensa en colores” y con el objetivo de colaborar con una sociedad más preparada para el presente y el futuro, más creativa, ingeniosa, fructífera y sostenible.
En cualquier caso, las salidas, sean por el motivo que sean, siempre son un pérdida importante para el equipo y para la empresa.
Decía Tom Peters que las empresas que vuelcan talento al mercado en buenas condiciones, construyen un networking todavía más valioso. Personalmente no me enloquece la idea de descapitalizarnos de talento, pero en un sumatorio global considerando el mundo como el escenario que nos acoge a todos, creo que estamos en un buen camino.