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Empacho de felicidad navideña.

Este año todavía no he mandado mi felicitación digital de Navidad a amigos, clientes y colaboradores, aún estoy a tiempo porque nosotros no mandamos la felicitación para Navidad, sino con buenos propósitos para el próximo año. Pero no estoy nada convencido de mandarla, por lo que espero que si al final no la mando no me lo tomeis muy a mal.

Sinceramente, he acabado saturado de felicitaciones Navideñas, las mayoria de las cuales son totalmente impersonales y mandadas en bandadas hacía sus destinatarios, no voy a valorar el valor simbólico, de buenos propositos y de celebración que tienen, sin duda son valiosas.

Pero además, seamos sinceros, para los profesionales que enviamos tarjetas de felicitación navideña, esta es una herramienta de Marketing y una ocasión de comunicar con tu red de contactos, ahora bien ¿Es el mejor momento hacerlo cuando multitud de otros profesionales hacen justamente lo mismo? ¿En que grado eso nos diferencia de los demás?

Hace no muchos años aún enviabamos en ENCAMINA las felicitaciones por escrito, y yo iba una por una rellenando las tarjetas y escribiendo unas palabras personalizadas a cada una de las personas a las que le llegaban, pero poco a poco, conforme mi propia red de contactos fue creciendo, se comenzó a convertir en una misión imposible, que llevaba horas y horas de trabajo y organización, eran además tiempos de ideas originales y piruletas, ambientadores, estrellitas, hojas de pino y otros motivos llenaban los sobres junto a la felicitación y que cada vez hacía más complejo el simple hecho de felicitar las navidades.

También hubo años de felicitaciones originales, pero digitales, como el Video coletivo o la felicitación de realidad aumentada que poca gente vió porque no entendió. Esas eran felicitaciones diferentes que se alineaban de lleno con nuestro espiritu de Pensar en Colores, pero costosas de diseñar, elaborar y distribuir.

Este año las energias de estos momentos han sido utilizadas para el cambio de oficinas y la felicitación celebra esto de alguna manera, es una tarjeta bonita y colorida, en nuestra línea, solo que ahora, al contrario que hace unos años, son montones las empresas que llenan nuestros buzones con ellas.

Teniendo en cuenta que llegarán las felicitaciónes corporativas a todos nuestros contactos profesionales ¿Tienen sentido enviar yo mis propias felicitaciones personalizadas?¿Vosotros que haríais o que habéis hecho? Por si acabo no haciendolo, daros por felicitados.

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