Tuve ayer la oportunidad de ser invitado a participar el foro Suc de Taronja, un Foro impulsado desde el departamento de Juventud del Ayuntamiento de Sagunto donde compartir información y conocimientos sobre todo lo que tenga que ver con Economía Creativa. No es la primera vez que me toca hablar sobre este tema, ya hace un par de años, la asociación de empresarios del Camp de Morvedre, ASECAM, dedicó su X Foro Empresarial a la Economía Creativa, y participé con una ponencia, por tanto es un tema que me interesa especialmente.
El foro contó con la participación de muy diferentes personas que desde diferentes perspectivas plantearon su visión sobre la economía creativa. Se habló de gastronomía, de territorio, de creatividad social, de valores, de educación, de arte, de diseño, de empresas y emprendimiento, de tecnología En definitiva un más que interesante ejercicio de intercambio de ideas que esperemos que tenga continuidad.
A mí me interesa desde hace algún tiempo el concepto de Clase Creativa y Ciudades Creativas desarrollado por el que fuera catalogado por un estudio de la consultora GDI, el pensador más influyente del mundo, Richard Florida, que en sus trabajos intenta demostrar que las áreas metropolitanas con alta concentración de trabajadores de tecnología punta, artistas, músicos, homosexuales, y un grupo que él describe como «bohemios de punta», se asocian con un nivel elevado de desarrollo económico.
Pese a que sus trabajos son cuestionados por otros pensadores, Florida postula la teoría de que la clase creativa fomenta un entorno personal y profesional abierto y dinámico. Este entorno, a su vez, atrae a más gente creativa, así como a empresas y capital. Sugiere que atraer y retener talentos de alta calidad, frente a centrarse únicamente en proyectos de infraestructura tales como estadios de deportes, edificios emblemáticos y centros comerciales, sería un aprovechamiento de primer orden de los recursos de regeneración de una ciudad para su prosperidad a largo plazo.
Tenga razón Florida o no es sus planteamientos, a mí me gustaría vivir rodeado de mucha de esa clase creativa que sin duda haría que experiencia de vivir y trabajar fuera mucho más enriquecedora. Los profesionales y las empresas creativas son un factor clave del desarrollo económico.
No cabe duda que hoy en día todas las empresas deben de ser creativas de de una manera u otra, ya que la creatividad está implícita en muchos de los procesos empresariales, y en uno de los más importantes de forma central, el de Innovación, sin el cual es difícil garantizar la supervivencia de ninguna empresa en el largo plazo
Las industrias creativas, según las Naciones Unidas, son los círculos de creación, producción y distribución de bienes y servicios que usan la creatividad y el capital intelectual como input principal.
Ateniéndonos a esta definición, sin duda ENCAMINA sería una industria creativa, ya que producimos servicios usando básicamente nuestro capital intelectual, pero creo que además hemos hecho una apuesta por hacer las cosas de una forma diferente, creativa, por Pensar en Colores y esto nos alinea de forma consciente y predeterminada por un modelo económico basado en la creatividad. Este es nuestro granito de arena.