Se ha instalado en la sociedad política y empresarial un triple mantra consistente en fomentar en las empresas, sobre todo las PYMES, la triada mágica, esto es, Internacionalización, Innovación y Crecimiento, como panacea a todos los problemas que afectan a nuestra depauperada economía, un buen ejemplo de ello puede ser la Estrategia de Política Industrial de la Generalitat Valenciana.
Hace pocos días el presidente de FEMEVAL lo recordaba en su blog institucional: El tamaño sí importa. Y es que no parece posible abordar procesos de internacionalización ni de Innovación sin alcanzar un tamaño mínimo que permita emprender esas inversiones que en muchos casos son de alta incertidumbre por su propia naturaleza.
Hay un hecho significativo: la competitividad de las empresas va íntimamente ligado a su tamaño, y en España pecamos no tanto de no tener empresas competitivas, que lo son tanto como las de otros países que cargan con esa fama, sino de carecer de suficientes empresas de un tamaño más grande. Aquí se pueden ver algunos datos significativos.
Si además unimos a eso nuestro tradicional individualismo así como un cierto estigma social hacia las grandes empresas que son vistas en determinados sectores como unas de las culpables de casi todos los males del país, en contraposición de las pymes y autónomos que son unas victimas más, pues es entendible que muchos empresarios tengan pocas ganas de hacer crecer sus empresas más allá del natural proceso vegetativo.
Es bien cierto que desde las diferentes administraciones se ponen recursos al alcance de las PYMES pero cada vez más en formato de préstamos a bajos tipos de interés que al de la socorrida subvención, que poco a poco está desapareciendo. Esto viene derivado de la adaptación de las administraciones a un criterio de caja en vez de un criterio presupuestario, y es que muchas de las subvenciones que se han dado en el pasado se han cobrado tarde, mal y nunca debido a los incumplimientos presupuestarios de los últimos ejercicios.
Hoy tenemos que tanto la comunidad Europea con su Programa Horizonte 2020, como el Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial, dependiente del Ministerio de Economía y Competitividad y el Institut Valencià de Competitivitat Empresarial adscrito a la Consellería de Economía, Industria, Turismo y Empleo ofrecen este tipo de ayudas y muchas de ellas ligadas a esta triada mágica: Innovación + Internacionalización + Crecimiento.
No creo discutible que estos tres factores son clave en el desarrollo empresarial si queremos abordar el futuro con éxito, lo difícil es enfrentarse a ello ya que tanto Innovación como Internacionalización requieren de inversiones no fáciles de financiar (y bastante arriesgadas).
En ambos caminos estamos en ENCAMINA con diferentes proyectos y actuaciones. Pero es que el tamaño sí que importa, como dice el presidente de FEMEVAL, y no nos queda más opción que crecer para poder abordar estos procesos tan necesarios con las suficientes garantías. En el último año así lo hemos hecho, incrementando sustancialmente el tamaño de nuestra empresa, ya que eso nos da posibilidades de acceder además a mayores y mejores clientes y proyectos.
Claro que también el crecimiento tiene un coste y hay que financiarlo, y no siempre los recursos propios dan para ello. En definitiva que cualquier empresa acaba siendo un delicado equilibrio entre los procesos y los recursos que la componen. Seguiremos haciendo malabares a ver si crecemos un poquito cada mes, contamos para ello con un excelente equipo y la visión y motivación necesarias para ello. ¡Rumbo al éxito!
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