Si lees cada día los periódicos o sigues las noticias que se publican a diario en los diferentes medios de información general o económica, no podrás dejar de asustarte por la crisis galopante que parece que nos está arrasando.
Aunque aparentemente pudiera parecer que algo que ocurre a miles de kilómetros distancia de nosotros no debería afectarnos, la realidad es que la globalización conlleva está cosas, después de años de crecimientos espectaculares debidos en buena parte a la integración de nuestra economía en el mercado único y a la aportación de capitales extranjeros que ayudaban a nuestras empresas a crecer, así como de capital humano que en forma de mano de obra inmigrante ha sumado una buena cantidad del crecimiento del PIB del que hemos disfrutado.
Hay quien compara esta crisis con la de 1929 y la gran depresión, si es así habrá que atarse los machos, porque aquella, que apenas afectó a España entonces, por su aislacionismo y atávico retraso, esta vez, cuando estamos plenamente integrados en la economía mundial nos ocasionaría lo mismo que entonces ocasionó a todo el mundo desarrollado: niveles de paro nunca vistos, falta de recursos, rigidez en los sistemas, decrecimiento continuo de la riqueza, pobreza, miseria, advenimiento del nacismo y fascismo en Europa. La segunda guerra mundial y sus 50 millones de muertos, no se puede entender sin el Crack del 29. Hasta muchos años después no se recuperaron los niveles de vida anteriores a la crisis.
Afortunadamente y pese a los paralelismos con aquella crisis, en está estamos mucho más preparados. Yo creo que desde dos puntos de vista, el primero el colectivo, los estados y sus herramientas de control del sistema económico sin llegar a ser perfectos, ni mucho menos, son mucho más evolucionados que entonces (también lo son los productos financieros que han causado la crisis, por supuesto) Los bancos centrales están actuando coordinadamente y recursos como el control del tipo de cambio y la intervención del los gobiernos en los bancos y empresas afectadas está siendo bastante usado. En concreto el sistema financiero español es de los más saneados y fuertes del mundo, lo que no significa que no haya riesgos para el mismo.
Hay quien pone en duda si los gobiernos debería hacerse reparar los errores producidos por la avaricia de algunos, pero si se analizan las consecuencias de crack del 29 donde la administración de Herver Hoover al principio se lavó las manos esperando que el mercado se saneara solo y después intervino en el sentido justo contrario al correcto, nos daremos cuenta que es preferible asumir unos cuantos miles de millones de dolares ahora, que muchos más dentro de unos meses. En Estados Unidos y en el mundo entero entonces se perdió el ¡66%! del PIB en pocos años, si se piensa que para mantener el nivel de vida actual hay que crecer al menos al 2,5% anual que es el ritmo de crecimiento de la población mundial, pues solo hay que comparar.
El segundo, y el que me interesa especialmente, es el individual. ¿Podemos hacer algo nosotros para paliar esta crisis? Esta crisis que nos eleva nuestras hipotecas, pone en peligro nuestro puesto de trabajo y nuestro patrimonio, nos obliga a trabajar más para poder disfrutar de lo mismo. La verdad es que si no somos parte de la solución, es que somos parte del problema. Y yo que creo fervientemente en que el futuro está en nuestras manos y depende de nosotros, creo por ello que somos nosotros, todos y cada uno, los que tenemos las solución a los problemas. Nuestro primer paso es tomar conciencia de ello y a continuación actuar en consecuencia.
Creo que debemos ser optimistas con respecto al futuro, solo por eso, porque podemos y debemos asumir la responsabilidad del mismo y por tanto coger el toro por los cuernos y sacarnos a nosotros mismos del atolladero donde nos hemos o nos han metido, tanto da en este caso. Lo que de verdad es importante y que queramos salir del mismo y no esperemos a que alguien lo haga por nosotros.