Alicia miró alrededor suyo con gran sorpresa.
-Pero ¿cómo? ¡Si parece que hemos estado bajo este árbol todo el tiempo! ¡Todo está igual que antes!
-¡Pues claro que sí! -convino la Reina-. Y, ¿cómo si no?
-Bueno, lo que es en mi país -aclaró Alicia, jadeando aún bastante, cuando se corre tan rápido como lo hemos estado haciendo y durante algún tiempo, se suele llegar a alguna otra parte…
-¡Un país bastante lento! -replicó la Reina-. Lo que es aquí, como ves, hace falta correr todo cuanto una pueda para permanecer en el mismo sitio. Si se quiere llegar a otra parte hay que correr por lo menos dos veces más rápido.
Lewis Carroll, Alicia a través del espejo
Alicia y la Reina Roja corriendo
¿No os suena a algo esté dialogo entre la Reina Roja y Alicia? Pues es un dialogo que tenemos casi a diario en ENCAMINA. A cada rato nos tenemos que reinventar, parece agotador, no, es agotador. Estamos en un negocio que no deja tiempo para respirar, no se ha acabado de asentar una tecnología y aparece otra que todo el mundo prevé que será disruptiva y que arrasará con todos los paradigmas existentes hasta el momento.
La ventaja es que esto es algo tan habitual que nunca nos pilla de sorpresa, simplemente es el pan nuestro de cada día, así que aprendes a vivir con ello o simplemente estás fuera del negocio TIC. Es la Hipótesis de la Reina Roja llevada a la práctica.
En los últimos tiempos el coctel de moda está formado por lo que se ha venido en llamar la 3ª Plataforma: el Social Enterprise, la Movilidad, el Big Data y el Cloud Computing, nada de ello es radicalmente nuevo, pero todas estas tendencias están ya claramente asentadas en el imaginario tecnológico del cual bebemos y cada día aparecen decenas de artículos que confirman o desmienten cada una de ellas.
En el caso de ENCAMINA, la que parece que más nos va a afectar es el Cloud Computing, sin duda una nueva concepción de la prestación del servicio TIC a los usuarios que sobre todo nos está obligando a cambiar nuestro modelo de negocio, desde la realización de proyectos a la creación de servicios a los que los clientes puedan suscribirse.
Es todo un cambio conceptual que significa que nuestros clientes dejarán de invertir en un activo, inmaterial en este caso, como es el software, a consumir unos servicios donde se pagará un coste periódico en función de que nivel de servicios se consuma.
Para nosotros esto es un cambio radical ya que debemos de pasar de vender Licencias + horas/hombre a vender suscripciones. Suscripciones a servicios que antes hay que construir con la consiguiente inversión que ello supone. Un auténtico reto, pero no parece que haya muchas alternativas si queremos seguir en este negocio.
O como dice la Reina Roja: “Lo que es aquí, como ves, hace falta correr todo cuanto una pueda para permanecer en el mismo sitio. Si se quiere llegar a otra parte hay que correr por lo menos dos veces más rápido.”
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