Algún día, espero que más pronto que tarde, cambiaremos de ciclo económico y empezaremos a dejar atrás una severa etapa de crisis.
Una crisis que ha sido mucho más que una crisis económica o financiera, donde hemos visto al descubierto algunos de los desmanes y fechorías cometidas en el anterior periodo de bonanza… Solo imaginar lo que no se ha aireado da vértigo.
Y me temo que si nadie lo remedia, volveremos al lado del crecimiento con los mismos lastres de valores, vicios y pecados capitales que han atizado esas crisis. Estaremos peor que antes en mucho sentidos, y no habrá servido de nada la catarsis.
Nadie queremos asumir responsabilidades individuales y le echamos la culpa exclusivamente a corruptos, jetas, políticos, banqueros y empresarios especuladores. Y no quiero quitarles méritos sobradamente merecidos, pero lo que está en mi mano, más allá de quejarme, es preguntarme:
¿Qué tengo que hacer yo como ciudadano, o como profesional, o como directivo, o como empresario para no tropezar de nuevo en los mismos errores a poco que evolucione el ciclo económico?
En ENTRESISTEMAS o ENCAMINA no tenemos por escrito un código moral o ético formalizado, y no creo que lo vayamos a tener en breve, pero sí me gustaría transcribir algo que va implícito en nuestra cultura, a lo que intentamos ser fieles, y con lo que tratamos de ser consecuentes según (yo) lo interpreto:
- Queremos vivir de nuestro trabajo: Ganar dinero por el trabajo honesto. Ni más ni menos.
- Podemos ganar todos: Busquemos siempre las fórmulas positivas donde todos ganan, empezando por los clientes y por nosotros mismos. Incluso la competencia está para superarla, pero no le tengo que desear ningún mal.
- Juguemos limpio: Respeto entre las personas, dignidad en el trabajo, cumplimiento legal y profesionalidad en cualquier relación.
- Hay que currárselo, y mucho: El dinero no cae del cielo. Nadie regala nada. Asumamos de una vez la cultura de esfuerzo, y compromiso de todos, y todos los días.
- Generar riqueza es bueno y necesario. Los beneficios atraen reinversión, crecimiento, empleo y nuevos proyectos. No estigmaticemos el dinero si este proviene de crear valor y sirve para crear más valor.
- Lo que hacemos vale la pena: el sueño es lograr soluciones excelentes en el mundo, para buenos clientes que se las merecen, con talento brillante, desde el lugar que nos gusta vivir.
- Los valores cuentan. Ya sean el espíritu de equipo, flexibilidad, compromiso, frescura, iniciativa, pasión, u otros valores, se trata de ser consecuentes con ellos hasta el final.
- No nos da para todo lo que nos gustaría, pero no vamos a dejar de invertir en lo que debería atraer valor, con rentabilidad.
- Si no te superas, entonces empeoras. Es nuestra obligación personal, profesional y como empresa el esforzarnos en mejorar como personas, como profesionales y como empresa, cada día.
- Y si no puede ser, porque no siempre las cosas salen como nos gustaría, seamos todo lo justos, honestos y elegantes que nos podamos permitir ser.
Probablemente la lista debería ser más amplia, probablemente cada uno lo vemos de forma distinta, probablemente esto no salvará al mundo de una nueva crisis, pero es una suerte tener principios y actuar tratando de ser fieles a ellos, incluso aunque en ocasiones no sea nada fácil.