Cumplir 9 o 14 años como empresa no es mucho, pero tiene bastante mérito

Escuchaba en «Hoy es Marketing Valencia» que existen 2 empresas japonesas que cuentan más de 1000 años y una española (Correos) presta servicios desde hace aproximadamente 300 . Visto así, que una empresa cumpla 14 o 9 años no parece tener mucho mérito.

Y es que ocurre que esta misma semana, dos de las empresas para las que pongo todo mi empeño, pasión y más cosas, han celebrado su 9º y 14º aniversario respectivamente, y eso me ha hecho pensar sobre cuánto esfuerzo hay detrás de ello.

Esta vez no voy a hacer alegoría de todo el valor que hemos creado desde ENCAMINA y ENTRESISTEMAS en estos últimos 14 y 9 años respectivamente, ni a centrarme en el gran valor y aportación de las personas (puedes leer un poco de ello en el post del 13 aniversario hace justo un año), sino celebrar el mérito que tiene esto.

Para empezar, una empresa no cumple años, porque una empresa no es una persona animal o cosa que acumule arrugas, kilos y/o recuerdos. Quién cumple años es la tripulación que va dentro del proyecto, ejecutando una misión, acompañados de un equipo, guiados por algún jefe, con una determinada cultura, valores, visión y sentido. Y eso tiene mérito.

Haber ejecutado más de 1.000.000 de horas/hombre en la mejora de competitividad de empresas y organizaciones; haber remunerado ese esfuerzo millonario en nóminas a decenas y decenas de profesionales; haber contratado centenares de miles de euros a nuestros proveedores y partners; haber reinvertido los beneficios en mejoras de calidad, productos y talento; haber hecho frente a las pérdidas severas cuando las ha habido con las reservas propias, las voluntarias y ampliaciones de capital; haber pagado centenares de miles de euros en impuestos a nuestras Administraciones; haber firmado decenas de préstamos y pólizas, y haber devuelto todo lo que tocaba devolver con sus jugosos intereses incluidos… y seguir hoy como si nada, o con más ganas todavía, tiene su mérito.

Y el mérito, sin duda tiene que ver con los empresarios, pero más todavía con las personas que tiran de su curro como si fuera su propia empresa, y de los clientes y colaboradores que nos han dado oportunidades y prestado su confianza, a lo largo de las etapas,  e incluso de nuestras familias que nos apoyan ante cada reto y a los que les robamos tantas horas.

Creo que ha valido la pena estos 9 y 14 años respectivamente, y creo que tiene su mérito haberlo logrado.

Let´s go! (a por más)