bots

Imposible sin cobots, pero no sólo con ellos

En el post «La nueva era de los chatbots» se explicaba la tendencia imparable a encontrarnos con más y más bots en nuestro día a día, así como con los asistentes inteligentes de voz, pero hay más hermanos en la familia: los cobots.

 

¿Qué es un CoBot?

Los CoBots (o Bots Colaborativos) son una interfaz interactiva en forma de chat que permite que el ser humano y  cierta implementación basada en inteligencia artificial (o «AI») colaboren para lograr un objetivo común. Este objetivo puede ser el buscar y clasificar información, resolver dudas, registrar tareas e incluso asignarlas, manejar conjuntamente otras aplicaciones informáticas, estar vigilante de lo que hacemos o no hacemos y de nuestro entorno, recibir y atender pedidos, o incluso conversar y pasar un buen rato.

Los CoBots generalmente se consideran parte del mundo de la «AI» debido al uso de NLP (Natural Language Processing) para interactuar con el usuario, pero también por cómo pueden interpretar comportamientos o información. La interacción entre cobot y humano puede ser escrita, pero también por medio de la voz o incluso a través de imágenes. En cualquier caso, lo importante es que la comunicación es sencilla y natural, tal cual lo es con un amigo o nuestra vecina.

¿Los CoBots son nuestros asistentes o nuestros compañeros de trabajo?

Pensemos en un cobot que nos ayudará introducir un reporte en CRM, o que nos recordará que tenemos un expediente o un cliente demasiado olvidado, o que nos sugerirá una reunión de seguimiento con cierto cliente o con nuestro colaborador y se asegurará de que ambas partes reserven la cita. Todo dependerá de los skills que se le carguen, entendiendo los skills como las aplicaciones, funcionalidades o ámbitos de funcionamiento que se podrán adicionar a cada instancia de bot (tal cual ya lo hace Alexa, por ejemplo) para personalizarlo a cada caso/usuario.

Como muestra la siguiente figura, una persona del equipo de marketing podrá estar colaborando con su asistente de voz personal , con el asistente del CRM para optimizar su gestión con clientes, con el de la marca para auditar su trabajo o con el corporativo para encontrar la información que necesita en cada momento.


Quizá el organigrama de mañana estará granjeado de CoBots que aportan valor en cada departamento, área y role:

 

El organigrama del mañana, con CoBots ocupando funciones específicas

 

Cobot como un plus o un privilegio profesional

En un escenario en el que un cobot puede aportarte información, encontrar el dato necesario, resolver preguntas, predecir hechos y situaciones, auditar, e incluso completar tus tareas, ser proactivo por ti, etc. Está extendiendo tus capacidades profesionales de una manera exponencial. Tal es el punto de inflexión, que el talento en un futuro próximo se distinguirá por la actitud y aptitud de la persona, pero también por el cobot que pueda permitirse pagar (o su empresa le asigne).

 

¿CoBoT? ¿Un amigo?

Hace ya tiempo que se está ensayando en situaciones reales cómo un robot (o más bien un cobot) puede hacer valiosa compañía y dar asistencia a una persona mayor o dependiente. No parece descabellado tampoco que los adolescentes busquen en los cobots ese amigo que no le va a fallar nunca y del que podrán elegir su personalidad (ver el proyecto Project Personality Chat ) y rasgos únicos. Todos los seres humanos, en general, agradeceríamos que nos escucharan atentamente y se interesaran con infinita paciencia por nuestras cosas, en lugar de estar encerrados en nuestros propios pensamientos.

Futuro o presente

Reconozco que en este post hay mezcladas realidades del presente, con extrapolaciones lineales del presente, con futuribles. Y también reconozco poco rigor científico en la exposición. Sin embargo, lo importante para mi es compartir la esencia de la profundidad y potencial del cambio al que nos enfrentamos.

Lo aquí expuesto puede que se exagere en los plazos inmediatos en los que lo vamos a vivir, pero se quedará corto respecto a la profundidad del cambio.

Compartir
Publicado por
Hugo de Juan

Este sitio web utiliza cookies para que tengas la mejor experiencia de usuario. Si continuas navegando, estás dando tu consentimiento para aceptar las cookies y también nuestra política de cookies (esperemos que no te empaches con tanta cookie 😊)