Entre las características que hemos de tener en cuenta antes de migrar a la nube, está la capacidad de transportar las máquinas que actualmente tenemos on-premises a dicha nube.
Para ello, Azure nos proporciona diferentes mecanismos destinados a cubrir prácticamente todas las opciones para transportar nuestras máquinas a Azure en función de nuestras necesidades. ¿Lo vemos?
La opción más sencilla (en caso de que ya tengamos las máquinas que queremos subir en formato de Hyper-V generación 1) es subir el VHD de la máquina virtual mediante powershell a un contenedor de Azure y, una vez subido, registrarlo como disco duro de Sistema Operativo. A continuación, podremos aprovisionar desde el portal de Azure, una nueva máquina virtual usando el disco subido como plantilla.
Aunque este método tiene un inconveniente: la máquina virtual debe estar apagada para poder subir el VHD correctamente.
Para entornos más complejos en los que se requiere un tiempo de parada de servicios, podemos usar el servicio Azure Site Recovery como herramienta de migración de las maquinas que necesitemos.
Este servicio es capaz de subir a Azure sin parada de servicio máquinas físicas, o virtualizadas con cualquier hypervisor del mercado, incluso máquinas ubicadas en otros servicios cloud como Amazon.
Este servicio a priori está diseñado para realizar una copia de las máquinas que nosotros deseemos a Azure y disponer así de un entorno de backup al que poder conmutar los servicios.
Esto lo podemos aprovechar para realizar una migración con un mínimo tiempo de parada de servicio, ya que si dejamos que este servicio se encargue de realizar la copia inicial de los datos y luego se encargue también de mantener las máquinas locales y en Azure sincronizadas, en el momento que conmutemos hacia Azure, ya habremos realizado la migración a la nube.
En función de la infraestructura de origen, habrá que montar un entorno más o menos complicado que se encargue de supervisar las máquinas de origen y realice la subida y actualización de las mismas.
Estas son sólo dos formas para llevarse nuestra infraestructura a la nube, aunque existen otras opciones. Por ejemplo, usar System Center App Controller para mover máquinas hacia y desde Azure, si disponemos de System Center Virtual Machine Manager para gestionar nuestro entorno de virtualización.
Lo realmente importante es que, a día de hoy, con una buena planificación, migrar a Azure no debe suponer ningún problema, ni un impacto significativo en la continuidad de negocio.
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