Son muchas las veces que hablamos de nuestro claim “PIENSA EN COLORES” (por ejemplo en “Pensar en colores debería tener un puntito de locura”), porque explica muchas cosas sobre nuestra forma de hacer, nuestros por qué, nuestros valores, nuestra visión.
Sin embargo, 4 años después, podríamos estar “cansados” de este claim si este fuera sencillamente una cuestión de marketing. ¿Por qué estamos ahí?
Dice nuestra explicación “oficial” que Pensar en colores es “la actitud fresca, optimista y comprometida que utiliza el ingenio y la creatividad para encontrar soluciones de tecnología y talento que mejoren el presente de las personas, la empresa y nuestra sociedad”. Y eso significa que:
Y es que nada hay más generoso y trascendente que poner nuestro talento a dar el máximo.
Nuestro claim PIENSA EN COLORES es una invitación a todo nuestro entorno (clientes, proveedores, competencia) y un mandato interno a PENSAR EN COLORES.
Pues va a ser que no. Porque no es una opción única u obligatoria en la vida. Lo puede ser para ENCAMINA, pero hay muchas otras organizaciones (la inmensa mayoría) que tienen otros valores, otras actitudes, otros fundamentos, incluso antagónicos al nuestro y no por ello son peores organizaciones o personas, ni menos valiosas o rentables.
Pensar en colores es una elección personal con la que te debes sentir cómodo, y si no es así va a ser difícil que fluyas.
Pues no es fácil y no se me ocurre dar una receta. Posiblemente ayudará que vayas por defecto con una sonrisa, que veas el vaso medio lleno, que seas agradecido y generoso en las felicitaciones a compañeros, colaboradores y clientes, que estés en los detalles, que te ofrezcas a ayudar a alguien en cuanto has resuelto tus tareas, que sueltes un chiste en un momento que se agradezca, que no decaigas ante malas noticias ni marrones, que pongas mucha pasión en lo que haces, que disfrutes contando algo que se ha hecho bien o ha salido bien, que des ejemplo con tu comportamiento a todos los que te rodean, que le des una vueltecilla más para hacerlo más fresco, que te cuestiones las cosas, que te invada el compromiso y la emoción, etc., etc.
ENCAMINA tiene una misión y visión empresarial claramente definidas ( puedes leerlas en este blog) y una exigencia crítica en su rentabilidad, y crecimiento sostenible, pero PENSAR EN COLORES es el «cómo», incluso el “por qué”, antes del “qué, cuánto, cuándo y dónde”.
PENSAR EN COLORES da sentido profundo a lo mucho que hacemos en el día a día (que parecería a simple vista mucha consultoría, ingeniería y programación alrededor de proyectos, problemas y soluciones), y que al menos a mí, me hace feliz cuando siento que lo he conseguido.
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