En nuestro sector llamamos incendios a los problemas que surgen explosivamente en algún proyecto o sistema en producción, y que requiere una intervención urgente y contundente para tratar de reconducirlo.
Los incendios suelen ocurrir por un mala previsión, un problema de calidad, un diseño o construcción «baratos» , o un accidente real que ha desbordado cualquier plan razonablemente bien diseñado inicialmente.
Las empresas de servicios solemos lidiar con más incendios de los que nos gustaría por alguno de los motivos anteriores, ya sea en primera persona o en nombre o a causa del cliente final
Los incendios son realmente malos porque requieren de sobreesfuerzos y sacrificios de las personas que se implican; que además suelen llevarse más desaires que agradecimiento porque los incendios siempre arrasan algo y pocas veces dejan las cosas mejor, ni siquiera igual que estaban. Los incendios son muy malos porque dañan la operativa y planes establecidos en las empresas. Los incendios son malos porque tensan los equipos, tensan las relaciones con los clientes y hasta tensan la vida familiar. Los incendios son malos y punto.
punto.
punto.
punto.
Llevo 21 años en este «oficio» por varias empresas, tanto locales como multinacionales, y siempre me he encontrado con incendios. Afortunadamente, en mis 12 años de ENCAMINA y ENTRESISTEMAS los incendios no abundan, pero el compromiso y responsabilidad que nos caracterizan nos han hecho implicarnos en más de los que me hubiera gustado, y uno no se acostumbra nunca: miedo, tensión, enfado, estrés, cansancio, ingratitud.
Sin embargo, tengo compañeros en mi equipo que durante estos 12 últimos años me han demostrado que, si alguna vez surge un incendio, pues se apaga. Estos compañeros tienen actitudes que me gustaría (y recomiendo) imitar:
Todos y todas son héroes para mi. Superhombres y Supermujeres que tienen mi admiración personal y profesional. Sin embargo, las organizaciones y sus directivos deben trabajar y estar a la altura para que los incendios sean los mínimos y nadie tenga que ponerse el traje de superhéroe más que en carnavales o jugando con sus hijos.
… en mi opinión: planificación y buen dimensionamiento, procesos de producción con calidad, precio adecuado al nivel de servicio demandado, talento alineado, previsión, y por supuesto clientes consistentes y coherentes con los principios anteriores ( Lidl dice que la Calidad no es cara, y estoy casi con ellos: no es cara, … pero sí tiene un precio adecuado).
No deseo ningún incendio en el futuro y soy consciente que mi trabajo incluye este capítulo, pero aquí queda mi pequeño homenaje a los profesionales abnegados que brillan y resuelven, con su compromiso y entusiasmo, los marrones más insospechados, aunque nada tengan que ver con su origen.
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