A nadie le gusta que le digan que NO. Escucharte un NO cuando pides, sugieres o propones algo es cercenarte tus buenas intenciones, deseos, sueños o ambiciones.
Quien te dice el NO puede vestirlo de explicaciones y razonamientos, adornar la respuesta, usar eufemismos, ponerlo en positivo… pero al final tú sabes muy bien que te está diciendo NO… y sabe muy mal.
Pues, al parecer, alguien en la empresa tiene que estar diciendo que NO constantemente, y también sabe muy mal.
La locura del NO
Diariamente (a cada hora), en ENCAMINA, ocurren muchas de las situaciones siguientes, aparentemente fantásticas, a las que toca decir que NO:
- Buenas ideas que se alejan de nuestros vectores de innovación (sector educación y/o tecnologías AI/IoT/4.0, y/o Adopción y aprovechamiento de las TIC) sobre las que no tenemos forztalezas y pocas o ninguna competencia… NO
- Buenas soluciones del mercado IT (de posibles partners súper-majetes) que no están dentro de nuestra especialización en la nube inteligente de Microsoft, Dynamics 365 y Office 365, … NO
- Prospectos y clientes con amigos y gente fantástica allí dentro, que quedan fuera de nuestro foco (segmentos Corporate/Enterprise, pro-Microsoft, con dpto. IT profesionalizado, que valora, aprovecha y puede pagar nuestros servicios)… NO
- Proyectos suculentos, en clientes clave, que están fuera de las tecnologías (C# y el ecosistema .NET, ASP.NET MVC, patrones de arquitectura, etc.) y soluciones Microsoft, que dominamos a nivel de cirujano… NO
- Servicios rentables que se basan en el puro bodyshopping, la marca blanca, el riesgo inaceptable o el valor añadido nulo… NO
- Talento del que necesitamos como el comer, a los que tanto nos gustaría llamar, pero que se encuentra en partners homólogos y luchadores como nosotros… NO
- Técnicos excelentes que necesitamos como el beber, pero que no están alineados con nuestros valores (pasión, flexibilidad, creatividad, equipo, compromiso, iniciativa) o nuestros principios de liderazgo (Pensar en Colores, hacer el bien, iluminar, entregar valor)… NO
- Patrocinios bien intencionados que te piden tus amigos o por una buena causa, pero que no están en línea con nuestra RSC (impulsamos el desarrollo del talento, especialmente el talento TIC, tanto de jóvenes, como de profesionales y emprendedores)… NO
- Inversiones en publicidad, campañas o proyectos desenfocados de nuestra generación selectiva de demanda o modelo de construcción de nuestra marca… NO
- Decisiones aparentemente necesarias hoy, pero que atentan contra la estrategia y el medio/largo plazo…NO
La razón del SÍ
Por agotador que sea dar y explicar todos los NOs anteriores; y por desmotivante que sea recibirlos, quiero pensar que cada NO, nos acerca a un SÍ.
Opino que seguir una estrategia implica renunciar al casi infinito de posibilidades para centrarse a las pocas opciones que están en el camino diseñado. Hay que decir y ejecutar con excelencia los SÍes del camino y no distraerse ni dispersarse con aquello ajeno a ese trayecto…Pero hay que ir mirando con el rabillo del ojo eso que está fuera del camino por si mañana hubiera que tomar un cruce y cambiar de estrategia 😉
«Cada vez que podamos una rama del árbol, estamos haciendo que las buenas crezcan con más vigor».