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Con 17 tacos a la espalda y hablando de la próxima década

Anoche me pillé a mi mismo hablando de ENCAMINA dentro de 10 años, a un compañero de trabajo. Hoy me pregunto si esa charla era una locura.

Una década, para una empresa tecnológica, supone más que un futuro incierto. De lo poco cierto que probablemente se podría hablar es que para entonces esa compañía no existirá. Pero lo peor es que yo sueño con esa próxima década, con ya más de 17 años a la espalda como compañía …

Me consta que algunos directivos, analistas y gurús tienden a calificar como “viejuna” a una empresa de IT con la edad que ya tenemos en ENCAMINA. Parece que con estos años deberías, o haber triunfado a lo grande, o haber sido comprada, o bien haber cerrado. Y si sigues vivo debes ser algo así como un zombi. Y algo parecido se diría del CEO: “si no ha triunfado ya, no lo hará nunca”.

Sin embargo, hoy yo me reconozco profesionalmente mejor que el Hugo de Juan de hace 10 o 17 años. Con más formación, capacidades, habilidades, experiencia y confianza. Y sobre todo, veo a ENCAMINA con más talento, más saber-hacer, mejores procesos, mejores managers, mejores profesionales y enormes personas dentro. Y todo ello siendo fieles a nuestros valores de siempre y la sana ambición y visión original… Por muchos años que sumemos, creo firmemente que estamos muy vivos, rezumando creatividad y buen-rollo.

Como dicen muchos entrenadores deportivos, solo importan los partidos que están por jugar, y para eso estamos entrenando hoy:

Yo sueño con un ENCAMINA que en el futuro ofrece servicios digitales de nicho al mundo entero en modo SaaS, mientras seguimos aprendiendo de los clientes y liderando el mercado nacional a nivel de proyectos muy especializados. Sé que para eso quedan años, muchos, pero estamos en el camino y estamos mucho mejor posicionados y con mayores fortalezas que hace 3, 5 o 10 años.

¿Cómo imagino, en concreto, el modelo de negocio dentro de 10 años?

Desde ENCAMINA actualmente ofrecemos proyectos a medida de implementación de procesos inteligentes y seguros, gestión del cliente digital, y aplicaciones empresariales modernas en el ámbito de la transformación digital de nuestros clientes, que suelen ser entidades medianas y grandes. Todo de forma exclusiva en tecnología Microsoft.

Eso está muy bien porque hacemos cosas útiles y valiosas para nuestros clientes, muchas veces de forma brillante, y nos permite aprender, seguir mejorando y pagar nuestras nóminas. Sin embargo, ese es un modelo de negocio de lo más antiguo (medido en jornadas dedicadas de personas con nombres y apellidos), que ni escala ni se multiplica.
Por ejemplo, para hoy desarrollar un proyecto de un bot inteligente integrado contra el Dynamics CRM de nuestro cliente, que haga de hub integral de las interacciones digitales con su mercado, nos costaría el trabajo de 8 expertos durante 1/2 año. De esta forma, con 40 expertos como mucho podríamos ayudar a 10 clientes al año en total. Si quisiéramos llegar a 100 clientes necesitaríamos 400 expertos (de los que no hay en toda España) y una coordinación y eficiencia imposible.

En cambio, un servicio digital que escale, por ejemplo, sería montar un único servicio de bot multitenant que fuera capaz de conectarse con el Dynamics 365 – CRM de nuestros clientes y vender sus productos 24hx7 de forma on-line y multicanal, con todo el valor añadido de la AI y el conocimiento que hemos ido adquiriendo de nuestros clientes nacionales de ese sector. Ese servicio, gracias a la nube de Azure PaaS, puede escalar a casi el infinito y atender a miles de potenciales clientes a la vez en todo el mundo.

Eso sí sería lograr ser una empresa transformada a nivel negocio digital, con un impacto de clase mundial, dentro de su nicho. En esta empresa los expertos, que podrían ser entre 100 y 200, estarían trabajando un 30% para el mercado local y un 70% en el producto digital de alcance global, beneficiando a miles de clientes en todo el mundo.

En conclusión

Así pues, aunque ya estemos con más de 17 tacos a la espalda y muy ocupados con el presente, no dejamos de pensar y soñar con la próxima década, que yo auguro será muy positiva (aunque no fácil) para todos los que piensan en colores.

Y sin duda será una década digital, o no será nada.

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Publicado por
Hugo de Juan

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