Uno de los aspectos que caracteriza a los equipos de desarrollo maduros es la re-utilización del código ya utilizado (entre otras cosas). Este pensamiento es con el que en ENCAMINA empezamos a desarrollar lo que finalmente se ha llamado ENMARCHA . La gestión de las dependencias es uno de los mayores problemas a los que se enfrenta cualquier equipo de desarrollo.
Tenemos dos tipos de dependencias:
En este post vamos a centrarnos en estas últimas y en el porqué de su importancia. De la misma forma vamos a ver las distintas formas que hay de gestionar estas dependencias, desde las más manuales hasta las más sofisticadas haciendo uso de Visual Studio Team Services.
Partimos de la base de que dentro de nuestra organización disponemos de un proyecto donde tenemos las funciones, utilidades, etc. que utilizamos en todos los proyectos de nuestra organización.
Una primera opción es añadir este proyecto dentro la nueva solución que estamos haciendo. Agregamos la referencia al nuevo proyecto y comenzamos a utilizarla.
Ventajas
Inconveniente
Una segunda opción es crear un paquete Nuget interno y ubicarlo bien en un lugar común para todos los miembros de la organización o bien implementamos un servidor privado de Nuget tal y como se indica en el siguiente enlace.
Ventajas
Inconvenientes
Una alternativa a crearse el servidor de Nuget es utilizar un producto como MyGet. Es un servidor de paquetes como Nuget, NPM, Bower, pero de forma privada y no pública.
Una tercera alternativa sería utilizar Visual Studio Team Services como tu servidor de Nuget. Microsoft en el proceso de hacer mejor Visual Studio Team Services, ha añadido una funcionalidad para poder hacer que nuestros repositorios sean feeds de Nuget.
Ventajas
Inconveniente
Dentro del desarrollo software el ciclo de vida de la aplicación es algo que debemos tener muy presente. Hay muchas tareas que van más allá del propio desarrollo del mismo. La gestión de las dependencias es algo muy importante y que ocasiona muchos problemas en caso de llevar una mala gestión de las mismas.
Una mala gestión puede provocar la perdida de funcionalidad e incluso que nuestro código fuente no funcione, con lo que si tenemos que llevar a cabo una actualización de la aplicación deberemos de reconstruir la parte que no funciona. En nuestro caso, hemos pasado por las tres fases y ahora mismo podemos decir que las tenemos gestionadas de una forma correcta y coherente. Y tú, ¿cómo las gestionas? 😉
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